Vocabulario.
LA LEXICOLOGÍA.
Toda lengua posee un tesoro de términos léxicos, recogidos en su correspondiente Diccionario Académico, que están a disposición de todos los individuos de la comunidad lingüística. Pero cada uno de esos individuos ni posee, ni conoce ni emplea de la misma manera ese caudal léxico.
El léxico de una lengua puede ser analizado en tres niveles de utilización: a nivel del individuo hablante, a nivel de los grupos sociales que lo utilizan y a nivel de la propia lengua.
Para un hablante, el vocabulario es el conjunto de términos lexicales que emplea para comunicarse. Su vocabulario queda manifiesto y comprobable en el conjunto de textos orales o escritos a que dan lugar sus realizaciones lingüísticas, no olvidando que es más reducido el vocabulario que se suele emplear que el caudal léxico efectivo que se conoce. El léxico que comprendemos y el léxico que utilizamos son dos realidades distintas. Suele haber abundancia del primero y escasez del segundo. A esto se denomina vocabulario pasivo y activo, respectivamente. Por esta razón es conveniente definir el léxico como el conjunto de términos lexicales que un individuo lingüístico posee como oyente o como lector, es decir, que es capaz
de interpretar, mientras que por vocabulario se entiende la parte de ese léxico que ha pasado a ser actualizado lingüísticamente, esto es, que el individuo es capaz de utilizar en sus comunicaciones.
De forma gráfica, se puede esquematizar lo dicho de esta manera:
LÉXICO DE LA LENGUA O DICCIONARIO
LÉXICO DE UN INDIVIDUO
VOCABULARIO DE UN INDIVIDUO
Tanto el léxico como el vocabulario de una persona se caracterizan por el número de unidades que reúnen. Este aspecto de carácter cuantitativo interesa pedagógicamente: un niño, en su desarrollo, va adquiriendo un léxico cada vez más amplio y el docente deberá conseguir que a la vez vaya produciéndose un trasvase de unidades del léxico al vocabulario, es decir, sean utilizados en su discurso comunicativo.
El segundo nivel de análisis del léxico de una lengua en función de su uso dijimos que era el que se refería al utilizado por determinados grupos sociales dentro de una determinada comunidad. En este nivel hay que diferenciar entre vocabulario fundamental y vocabulario básico. El primero hace referencia a las unidades léxicas actualizadas, esto es, efectivamente empleadas, por varios miembros del grupo lingüístico. Por su parte, el vocabulario básico se refiere al conjunto de unidades léxicas que emplean en el discurso todos los integrantes del grupo sociolingüístico.
Un grupo sociolingüístico especial es aquel que instaura y maneja el vocabulario técnico de unidades léxicas específicas de una determinada ciencia o técnica.
Por último, el tercer nivel de análisis, el de la propia lengua, ya no puede diferenciarse entre vocabulario y léxico. Aquí todo es léxico, es el propio diccionario.
En la estructura de la lengua las unidades léxicas son el objeto de estudio de la Lexicología. Para Pottier estas unidades léxicas se denominan lexías que define como unidades de comportamiento, de función, y pueden ser de varias clases:
- Lexía simple: Que consta de una sola palabra. Ejem: corcho.
- Lexía compuesta: Consta de varias palabras instauradas como conjunto léxico construido y unido ya gráficamente. Ejem: sacacorchos.
- Lexía compleja: Consta asimismo de varias palabras, pero con separación gráfica a pesar de constituir un conjunto sólidamente unido. Ejem: a duras penas, si Dios quiere.
- Lexía textual: Originada por la lexicalización de una oración o enunciado que ha sido memorizado, como en el caso de los refranes.
La escasez de vocabulario es causa de varios defectos en la formación de los niños:
a) Verbalismo: A consecuencia de una limitación significativa del vocabulario que se posee y que lleva a la incomprensión de aspectos expuestos por los docentes o a la equivocada utilización de algunos términos por el niño, al desconocer el significado fundamental de los mismos.
b) Alexia: Es la falta de palabras con las que designar objetos y hechos de distinta índole y la lectura infructuosa por no entenderse muchos términos de la misma.
c) Tópicos, frases hechas y muletillas: A consecuencia de la falta de seguridad y la nula originalidad que produce la escasez de vocabulario.
d) Memorismo innecesario: Como resultado de la incapacidad de expresar ideas con palabras diferentes, porque no se poseen otras o no se saben organizar adecuadamente.
El vocabulario es el elemento molecular del lenguaje es el constituyente esencial en el aprendizaje de las restantes actividades lingüísticas (lectura, escritura, composición, conversación, etc.). La correlación del vocabulario con la inteligencia general ha sido mostrada por varios autores (Thermann, García Hoz o Superman). Su valor, como prueba intelectual, viene confirmada por su aparición en casi la totalidad de los tests intelectuales. A este respecto afirma Thermann que "la prueba de vocabulario es en sí la prueba de más valor en la escuela".
Su didáctica debe ser diferenciada de otros aspectos de la lengua, aunque sin perder su conexión con ellos, atendiendo al principio básico de la complicación lingüística. El profesor deberá crear dos actitudes básicas en sus alumnos con respecto al estudio del vocabulario:
1.- Dirigir la atención hacia palabras desconocidas y despertar curiosidad e interés por su dominio.
2.- Ejercitarles en la utilización de las palabras conocidas o buscar otras más adecuadas, según los contextos.
Dos tareas básicas previas a la didáctica del vocabulario son la selección del contenido didáctico (qué palabras van a ser enseñadas), y la ordenación gradual y escalonada del mismo (por qué unas sí y otras no). Podemos distinguir tres niveles de vocabulario:
a) El vocabulario usual: Lo componen aquel conjunto de términos que emplea el hombre medio, el hombre de la calle, el hombre corriente en las distintas facetas de su vida. Está compuesto de 12.913 vocablos, exigibles obviamente al finalizar una educación básica.
b) El vocabulario común: Está formado por aquellas palabras que dentro del vocabulario usual, se utilizan en cualquier aspecto de la vida, tanto familiar como cultural y social. Este vocabulario consta de 1.971 vocablos. Es el nivel más importante desde el punto de vista didáctico.
c) Por último, El vocabulario fundamental: Compuesto por 210 palabras y cuya frecuencia puede considerarse semejante en los distintos ambientes. No presenta problemas didácticos aunque sí ortográficos.
Una vez que se selecciona un vocabulario base hay que proceder a la tarea de graduarlo. Entre las técnicas a utilizar para el aprendizaje del vocabulario tenemos las siguientes:
* Sinonimia y antonimia.
* Gradaciones o seriaciones de intensidad.
* Familias de palabras.
* Agrupación por clases.
* Agrupación de palabras por asociación o evocación.
* Composición de palabras.
* Prefijación y sufijación.
* Polisemia.
* Adivinación, complemento e invención.
fuente: https://www.eweb.unex.es/eweb/gial/docencia/asignaturas/dhl/documentos%20b%E1sicos/Lecciones%20Hipertextualizadas/TEMA%204.htm